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Schwarzenegger admite infidelidadesVeinte años ha tardado en dar el sí. A Arnold Schwarzenegger lo tentaron una y otra vez con un recuento de sus memorias pero siempre quiso esperar, hasta que encontró el hueco, en el momento más escabroso de su vida. Irónicamente, la decisión le ha obligado a flagelarse en público para exponer sus miserias más que hablar de sus logros, de su increíble carrera como fisiculturista y de sus imponentes éxitos como actor, con su elección como gobernador de California como su punto más alto. Su 'affaire' con una empleada del hogar, Mildred Baena, y nada más es el centro de atención de 'Total Recall: My Unbelievable True Life Story', la biografía autorizada del actor y ex político de 65 años que hoy ha salido a la venta en Estados Unidos, un libro en el que admite el "gran error" que cometió al entenderse con Baena y de todas sus otras infidelidades durante sus años de matrimonio con Maria Shriver. Antes, como protagonista del programa '60 minutes' de CBS, el ex 'Governator' reconoció que su infidelidad con la actriz Brigitte Nielsen en los años 80, rodaron juntos 'Red Sonja' en 1985, no fue la única situación de la que estaba al tanto su entonces pareja Maria Shriver. El actor conoció a la Kennedy en 1977, y aunque pasaron por el altar en 1986, Schwarzenegger no tuvo reparos en entenderse con otras tantas mujeres. Esos nombres, sin embargo, "son algo entre María y yo", indicó. De hecho Nielsen había comentado sobre la relación casual con Schwarzenegger mucho antes y había dicho que el actor nunca mencionó a Shriver. "Sabíamos que era algo que iba a finalizar con el rodaje, así que tuvimos un romance rápido e intenso" comentó la actriz. Para entonces el 'affaire' con Baena, su ama de llaves durante 20 años, ya se había consumado, aunque supo manejarlo con discreción. Fueron los años los que le jugaron una mala pasada al entender que el niño que se parecía tanto a él era en realidad su hijo. "Se empezó a parecer a mí, así es cuando empecé a darme cuenta", dijo el actor. El romance entre ambos sucedió en 1996, aprovechando la ausencia de su mujer y sus hijos en la mansión de Brentwood, uno de los barrios más exclusivos de Los Angeles. Shriver se empezó a oler la situación años después y le preguntó a su marido por el niño, pero este siempre lo negó. Sucedió en una sesión de terapia conjunta. "En el momento en que nos sentamos, la terapeuta se dirigió hacia mí y me dijo: 'Maria quería venir hoy y preguntarle algo sobre un niño: si tuvo un hijo con el ama de llaves Mildred'", cuenta Schwarzenegger. "Es cierto", respondió entonces. "Lo estropeé", pero Shriver era "la esposa perfecta", dijo intentando disculparse. Schwarzenegger pudo haber salvado la situación con terapia, tal y como le reclamaba su mujer, pero no quiso colaborar en demasía. En una de esas es donde Shriver ratificó la historia del hijo ilegitímo, el que hizo saltar el matrimonio por los aires. Ahora la pareja intenta aún salvar su matrimonio, aunque continúan separados. Últimos reportajes: |
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